“Tandil es una sociedad distinta: hacemos en conjunto entre el Estado y el privado”
Médico y afiliado al radicalismo desde los 18 años, Lunghi fue electo en 2003 como intendente y revalidó su mandato desde entonces. Afirma que la economía de la ciudad está diversificada entre el agro, el comercio y distintas industrias, entre ellas la del software: en el mes de agosto Globant inaugurará una sede allí. Señala que el principal aporte de la economía social es el empleo de mano de obra y considera fundamental lograr la autonomía municipal. La experiencia de los cluster quesero, cervecero y porcino y la cooperativa vial.
-¿Qué lo motivó a ser intendente y cómo definiría los principales ejes de su gestión al frente del municipio de Tandil?
-A los 18 años me afilié al radicalismo. Después hubo un intervalo de 7/8 años en los que me fui a estudiar medicina a La Plata, no hice militancia en ese momento. Volví a Tandil como médico y regresé al comité a trabajar, a seguir los ideales. Ayudé en la campaña [a la presidencia] de Raúl Alfonsín y en 1983 el radicalismo ganó la intendencia de Tandil [fue electo Américo Reynoso] y yo fui director de salud. Hicimos un trabajo interesante con el secretario que era el doctor Daniel Grasso, que había sido presidente de la Federación Médica de Buenos Aires, así que tenía mucha experiencia en el tema. Después fui concejal, por 4 años. Seguí trabajando de médico. En 1995 me pidieron que fuera candidato a intendente, me presenté y salí tercero. Seguí escuchando, viajando, me reuní con todos los líderes que me gustan del radicalismo.
En 2003 me pidieron nuevamente que fuera candidato, yo llevaba muchos años trabajando como pediatra y gané la elección, en una contienda muy reñida, porque la diferencia fueron 283 votos, uno por cada urna en Tandil. En mayo Néstor Kirchner había asumido la presidencia. Fuimos contra un aparato peronista importante y ganamos por ese margen. Y acá estamos con 19 años de gobierno y en todas las elecciones sacamos una diferencia mayor.
En cuanto a los ejes de la gestión, el primero y fundamental es la salud, cuando inicié mi primera intendencia había dos hospitales municipales y ahora hay cinco, uno de niños muy moderno en el que se atienden vecinos de toda la zona (aunque es local y no regional): de Benito Juárez, Lobería, Ayacucho, Rauch. Tenemos un centro de salud de día y uno de salud mental, con internación. Además, contamos con 14 centros de salud en barrios periféricos y cinco salas de primeros auxilios en la zona rural. El sector salud emplea 1200 personas y es un orgullo de Tandil, trabajamos muy bien. Tenemos terapia intensiva de chicos, de adultos, neonatología, tomógrafo. Hace poco abrimos un servicio de atención respiratoria en el hospital. Hace 20 días inauguramos un nuevo laboratorio y permanentemente estamos haciendo cosas vinculadas a la salud. También trabajamos muy bien en educación no formal, porque la educación formal depende de la provincia. Armamos una escuela de idiomas, una de talento tecnológico, tenemos escuelas de arte, plástica, de danzas y música y hemos trabajado con cooperativas: tenemos un polo productivo social con capacitadores que le enseñan a la gente acerca del manejo de la herrería, carpintería. Todo lo que se produce ahí se vende, y un porcentaje va para los que trabajan y otro para comprar insumos. A los capacitadores los paga íntegramente el municipio. Y nuestra idea es darle a quienes se capacitan las herramientas a los dos años, para que sigan avanzando solos en sus casas y tengamos otro ingreso de gente que se capacite y busque trabajo. Cuando digo que trabajamos en talento me refiero a que enseñamos todo lo que es Internet y programación, porque es lo que se pide hoy en los trabajos. También ofrecemos aprender inglés.
En el área social, que trabajamos muy fuerte, tenemos siete jardines maternales municipales distribuidos en los distintos barrios. Y en el área de urbanización, tenemos más de 90% de cobertura de gas, agua y cloacas. Casi el 70% de la ciudad tiene luz led. Y por último, pasamos de tener 100 hectáreas de espacio verdes a 220, para que los ciudadanos disfruten en familia, porque son espacios democráticos.
-¿Qué avances aportó su intendencia en materia de transparencia, sostenibilidad y desarrollo económico?
-Para nosotros la transparencia es un aspecto fundamental de la gestión. Tenemos una página Web (http://datos.tandil.gov.ar/) en la que aparecen los sueldos de todos los funcionarios de la municipalidad, desde el intendente y el presidente del Concejo Deliberante, para abajo, figuran las licitaciones, los subsidios que se entregan. Estamos entre los primeros 10 municipios de la provincia de Buenos Aires en materia de transparencia.
En materia de desarrollo económico, Tandil es una ciudad que está muy diversificada: el agro es el 35% del producto bruto y el Comercio, que es el sector que más emplea, el 27%. Tenemos una industria importante de software con 55 empresas, entre ellas Globant que en agosto inaugurará un edificio inteligente, muy importante para la ciudad. Tenemos el cluster[1] quesero, que exporta a Estados Unidos, con 22 empresas asociadas, y cluster cervecero y porcino que también exportan, estos últimos a Rusia. Cuando hablo de cluster me refiero a que trabajamos en conjunto el Estado y los privados. También está la cooperativa vial que recibe la tasa rural que mantiene los caminos en perfectas condiciones: son 1.500 kilómetros de caminos rurales, hay 1.000 con alteo y adoquinado y el resto son de caminos secundarios, tenemos una sociedad de economía mixta donde integramos lo privado con lo público. Tenemos comunidades con pantallas solares. Y ya tenemos el primer auto eléctrico. También contamos con un consorcio en el parque industrial, que hoy tiene 77 empresas trabajando, con fibra óptica, agua potable. Cuando asumimos la gestión había 23 empresas.
-¿Qué es la tasa rural?
Lo que pagan los productores. El 90% de lo que se cobra va a la cooperativa vial que es de los productores, que no cobran, solamente cobran los empleados y los profesionales. La cooperativa vial mantiene los caminos rurales, que en Tandil están como si fueran asfaltados. Tandil tiene muchos emprendedores. Así no tenemos ni una sola queja sobre los caminos rurales: no los maneja el municipio sino la cooperativa. La única cooperativa que maneja la municipalidad es la del polo productivo. Creemos que lo mejor es hacer una gestión asociada, por eso nos va bien y por eso Tandil es una sociedad distinta: hacemos en conjunto entre el Estado y el privado.
-¿La pandemia cambió las prioridades en la agenda de la gestión?
-No. La pandemia fue difícil. Nosotros inventamos el semáforo de Covid para ver cuándo se podía hacer más actividades y cuándo había que cerrar. Cuando estaba verde se podía trabajar más y cuando estaba rojo había que cerrar. Tuve una dificultad con la provincia porque al principio no lo aceptaban.
-¿Cuál cree que son los principales aportes que puede hacer la economía social a la economía local?
-Puede hacer aportes muy importantes porque toma mano de obra. Nosotros tenemos el polo productivo, también ayudamos a la cooperativa El Amanecer, que elaboran quesos y yogures y que habían cerrado por quiebra, y ahora funciona bien. También tenemos la cooperativa Impopar que fabrica calefactores y termotanques, les proveemos dinero para que puedan comprar materiales. Tiene más de 20 empleados, había estado en quiebra y se pudo recuperar. La provincia dio una mano al votar la expropiación por ley y se pudo mantener. A los recuperadores les dimos un local para que tengan lugar para trabajar con el cartón y el vidrio y ellos armaron una cooperativa. No es lo ideal, lo ideal sería otro tipo de trabajo pero hace bien y tienen un ingreso.
-¿Cuál es su relación con los gobiernos nacional y provincial?
-Yo soy radical y soy democrático y la relación es buena: decimos en forma correcta lo que tenemos que decir, agradecemos cuando podemos llegar a algún acuerdo y permanentemente conversamos. No quiere decir que estemos de acuerdo en cómo se maneja la economía del país. Pienso que hay una grieta muy grande social y cultural, y sino la superamos vamos a estar en problemas serios. La marcha del 17 de agosto es para pensar. Estamos muy descompuestos, hay que juntarse y ponerse de acuerdo en cinco o seis temas fundamentales y por supuesto a largo plazo de 15 o 20 años.
-¿Qué piensa que tiene que aportar el municipalismo a la lógica nacional y provincial?
-El aporte fundamental es llegar a la autonomía municipal. El país no es federal, es unitario y está totalmente centralizado, y eso nos hace mucho daño. Si el gobernador tuviera 135 intendentes con autonomía, la provincia de Buenos Aires estaría mucho mejor. Los municipios sí tienen que estar controlados y auditados. Pero para cualquier movimiento que queremos hacer tenemos que pedir a la provincia o a la Nación. Además la Constitución de 1994, aprobó el artículo 123 que dice que los municipios tienen que tener autonomía económica, administrativa, financiera y política. A los cuatro meses se reformó la Constitución de la provincia de Buenos Aires y ese articulado no se incluyó. La Constitución de la provincia de Buenos Aires es anticonstitucional porque no sigue las reglas de la Constitución nacional.
[1] Cluster: Grupo de empresas interrelacionadas que trabajan en un mismo sector industrial y que colaboran estratégicamente para obtener beneficios comunes.