El acceso a la conectividad resulta fundamental en tiempos de aislamiento y distanciamiento social, impuestos por la pandemia de Covid-19. La escuela y el trabajo, ahora intermediados por la tecnología digital, mudaron sus espacios al interior del hogar y plantean un desafío para familias, proveedores y autoridades locales. Según un relevamiento realizado este mes por la Fundación COLSECOR en 43 localidades de ocho provincias de nuestro país, sólo 32% de los municipios o comunas cuenta con algún plan o proyecto para fomentar la inclusión digital de sus habitantes.
Villa de Soto es una localidad de 12 mil habitantes ubicada al noroeste de Córdoba donde hace unos meses, la Municipalidad detectó las causas por las que varios alumnos se encontraban fuera del sistema educativo. “Observamos que en muchos casos los chicos no contaban con dispositivos que les permitieran el acceso a clases. Por esto realizamos una campaña en la localidad para recolectar celulares en desuso y reciclarlos. Ya se recuperaron 38 dispositivos y algunos fueron entregados con un abono mínimo, para posibilitar el acceso”, indicó Ariel Gaia, presidente del Consejo de Educación Popular de la Municipalidad de Villa de Soto.
Esta acción se complementa con dos puntos digitales, espacios físicos donde los alumnos de la localidad pueden acceder a computadoras y wifi gratis. “La idea es contar con cuatro más para el inicio del ciclo lectivo 2021. También estamos analizando ofrecer máquinas en comodato para que puedan llevarlas a su casa”, precisó Gaia.
Una experiencia similar es la de San Guillermo, un pueblo de 10 mil habitantes del noroeste de Santa Fe, donde el municipio recuperó computadoras para instalar un Centro Digital y dar respuesta a las necesidades de los niños, niñas y jóvenes surgidas en pandemia.
“La gente del pueblo se apropió del proyecto y donó máquinas que acondicionamos e instalamos el Centro Digital 2.0 en la Biblioteca Popular del Club Unión Cultural y Deportiva. Esta funciona en el barrio Pueblo Viejo, donde muchos de sus habitantes no tienen las mismas posibilidades que el resto. De esta forma, los chicos pueden acercarse para realizar los zoom, descargar material e imprimir de manera gratuita. Por protocolo sólo tenemos 5 máquinas pero tenemos listas otras 5 para sumar apenas sea posible”, explicó Javier Comba, encargado del área de modernización del municipio.
Además, se sumó una antena ubicada sobre esas instalaciones que provee Internet de forma gratuita en un radio de 100 metros “para que quienes vivan en el barrio tengan acceso” indicó Comba, al tiempo que agregó que “tenemos un proyecto para habilitar en febrero un Centro de Estudio Digital, para que los jóvenes del pueblo puedan realizar carreras a distancia de manera gratuita, a cargo del municipio. “Ya firmamos el acuerdo con la Universidad Nacional del Chaco Austral y la idea es que los chicos no se vayan del pueblo y tengan acceso, ya sea en su casa o en un espacio que será destinado a tal fin. De esta forma tendremos proyectos de inclusión desde la primaria hasta la universidad”.
Otras experiencias
En otros lugares, las iniciativas se pusieron en pausa por la pandemia, como la de Saturnino María Laspiur o Justiniano Posse, ambos de la provincia de Córdoba. En la primera localidad, el año pasado se dictó el “Curso de manejo de celulares para adultos mayores” y “la idea es reeditarlo cuando atravesemos esta pandemia, ya que tuvo muy buena repercusión”, sostuvo el intendente Fernando Coassolo.
En el caso de Posse, hace unos años cuenta con un punto digital que funciona en la biblioteca con computadoras y microcine. “Es muy utilizado por las escuelas, asimismo, actualmente ese espacio físico es utilizado por el COE local”, explicó Nicolás Mariantoni, director de la biblioteca municipal.
Codo a codo
Dentro del abanico de iniciativas, hay otros proyectos en los cuales la labor del municipio se integra al trabajo de las cooperativas de servicios públicos, entidades con un rol fundamental en las localidades de distintas provincias argentinas.
En Las Isletillas y Punta del Agua, dos pueblos cordobeses de alrededor de 170 habitantes, las comunas accedieron al plan provincial Conectividad Córdoba, por medio del cual tuvieron acceso a radioenlaces para que Internet llegue a esos lugares.
Por su parte, la cooperativa de servicios públicos de la ciudad de Hernando, que presta sus servicios en estas localidades, “proveyó e instaló el vínculo con fibra óptica desde cada una de las torres en los destacamentos policiales, hacia las comunas y las escuelas y por decisión del Consejo de Administración no se cobra el ancho de banda ni el mantenimiento”, señaló Horacio Silva, presidente de la entidad solidaria.
En esta línea, se encuentra la experiencia de la localidad de Perú, un pueblo de alrededor de 80 habitantes al centro este de La Pampa donde la comisión de fomento cuenta con una antena que ofrece Internet sin costo en un radio de 150 metros.
Por otro lado, la Cooperativa de Servicios Públicos de General Acha (Cosega) y el gobierno provincial avanzaron en un proyecto digital y ecológico al instalar, en marzo de este año sobre la ruta 35 y a la altura del pueblo, un punto solar que “permite contar con Wifi libre, USB para recarga de celulares y servicio de agua caliente, todo a través de un panel solar”, indicó Javier Domínguez, encargado de telecomunicaciones de Cosega.
Actores clave
Mientras, existen también proyectos desarrollados exclusivamente por las cooperativas de servicios públicos, como el de la ciudad cordobesa de Morteros, donde la entidad solidaria ofrece televisión y 100 megas de conectividad de manera gratuita a 40 escuelas urbanas y rurales de nivel inicial, primario y medio.
En tanto, para hacer frente a la necesidad derivada de la pandemia, la cooperativa instaló una antena en Colonia 10 de Julio, que mejora en este pueblo de alrededor de 75 habitantes la calidad del servicio de Internet en un radio de 15 km. “Justamente porque había muchas familias que no tenían conectividad para realizar las tareas y clases virtuales. También imprimimos las tareas de alrededor de 200 chicos que tienen problemas de conectividad o que las necesitan por falta de recursos”, explicó Marina Grande, secretaria del Consejo de Administración de la entidad solidaria.