Series protagonizadas por mujeres que dan cuenta del cambio de época
El paisaje mediático ficcional se vio atravesado en los últimos cinco años por una serie de movimientos sociales que impactan de manera rotunda en algunas producciones, qué cuentan, cómo lo cuentan y quiénes lo cuentan.
La irrupción de una nueva ola del feminismo a nivel global con reclamos por reconocimiento de derechos sexuales y reproductivos aún vedados en este milenio, manifestaciones contra la violencia de género, exposiciones de todo tipo de sexismo y machismos estructural.
En particular, el movimiento #MeToo (Yo también), cuyo epicentro fue Hollywood de la mano de un puñado de figuras públicas muy influyentes que destaparon casos de acoso y abusos en la industria, no fueron ajenos a los guiones de las series que, a través del cable y las plataformas, llegan a nuestras pantallas.
En una era que algunos denominan Peak TV (El pico de la TV) -por la enorme cantidad de producciones ficcionales seriadas- se percibe un cambio en algunas narrativas.
Se trata de relatos emergentes donde las mujeres y la diversidad sexual tienen agencia, protagonizan y problematizan temas históricamente ignorados consta de decenas de ejemplos, con mayor o menor suerte en las listas de los más vistos y en las preferencias de los espectadores.
Sin embargo, en un momento en que las audiencias están fragmentadas y, por ende, los consumos de producciones ficcionales son cada vez más específicos, es posible un recorrido por narrativas que se destacan por sus vínculos directos con una nueva representación del vasto universo femenino o disidente, casi siempre puesto en segundo plano o en función de la historia principal: la del héroe o antihéroe masculino.
¿Qué mirás? Una historieta creada en 1985 por la dibujante Alison Bechdel ironizaba sobre la visibilidad de la mujer en el cine en una de sus viñetas en la que dos mujeres que están por entrar a un cine tienen un diálogo en la que una le dice a la otra que solo ve películas que cumplan con tres requisitos: que incluyan al menos a dos personajes femeninos, que compartan una escena y que hablen entre sí, y que esa conversación no trate sobre hombres.
El famoso Test de Bechdel no tiene ninguna base científica. Se trata, justamente, de un disparador que cuestiona el canon de lo que miramos.
Y la industria, sobre todo la poderosa máquina con sede en Estados Unidos que domina las propuestas ficcionales masivas dio varias respuestas a los movimientos mencionados, cumpliendo, de alguna manera, con el comentario irónico del personaje de Bechdel.
Sexo y poder. Un claro ejemplo de las reescrituras propuestas por este llamado a contar otras historias o, al menos, hacerlo de otras maneras, es el acoso laboral.
Motivo de chistes reproducidos hasta el hartazgo o indicador de una tensión sexual latente entre protagonistas de decenas de series, hoy resultan impensados en el nuevo imaginario ficcional, e inaceptables para cierta parte de la población.
Con solo ese ejemplo, y con el incremento de contratación de mujeres detrás de cámara, de los guiones, producción y otros rubros técnicos -sobre todo en Hollywood- la construcción de las historias en las que el sexo y el poder dejaron el terreno de la broma para meterse en la conversación social global sobre el consentimiento y, por ende, el abuso.
Se dio, así, una especie de punto final a la romantización de la violencia hacia las mujeres. Y llegaron a las pantallas historias que reconsideran a sus audiencias tacleando al patriarcado o, sencillamente, ganando relevancia al poner en primer plano historias nunca contadas.
En lo que sigue, cuatro series que se encuentran en Sensa y que, desde distintos abordajes narrativos, dan cuenta del cambio de época.
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Redacción Mayo · Introduccion Julieta Fantini - Series
Cuatro reseñas
La primera: Insecure
Aunque parezca increíble, Issa Rae fue la primera mujer negra en crear y protagonizar una serie en el cable, Insecure (HBO).
Este dato da cuenta de la persistencia de la segregación en el mundo del entretenimiento y del sexismo y el racismo, hoy en primer plano por el asesinato de George Floyd.
Así y todo, Insecure es una comedia romántica. Se basa en una serie web de la talentosa Rae (The Misadventures of Awkward Black Girl) que puede encolumnarse en un subgénero, el de las series del yo, donde la experiencia vital de la creadora es el motivo de la ficción.
Estrenada en 2016, y con una cuarta temporada aun en emisión en HBO, Insecure tiene una honestidad inusual para mostrar la vida de mujeres negras en sus 30 que evita todos los clichés de la caracterización habitual, y prejuiciosa, de los afroamericanos.
Nunca abandona el género romántico, pero su eje principal es la amistad entre Isa (el personaje de Rae lleva su nombre) y Molly (Yvonne Orji).
La gracia del vínculo entre las dos se sustenta en que son personajes multidimensionales que no s{olo se relacionan a través de lo amoroso sino también de las fisuras propias de las amistades.
Insecure se mete, desde un tono en apariencia liviano, con los límites en las relaciones de pareja, los desafíos del mundo del trabajo y los vínculos interpersonales que no siempre son cordiales en un Los Ángeles de clase media, lejano al brillo de otros retratos de la ciudad de las estrellas.
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Redacción Mayo · Serie 01 Insecure Julieta Fantini
Lo posible: The Handmaid´s Tale
En un tono completamente diferente, The Handmaid´s Tale (El cuento de la criada, FOX), fue un fenómeno más comentado que Insecure porque se basa en un clásico de la literatura, la novela del mismo nombre de Margaret Atwood, y porque se transformó en una especie de símbolo de algunos movimientos feministas.
La serie estrenó en 2017 y lleva tres temporadas emitidas. Protagonizada por Elisabeth Moss (Mad Men), este drama es una distopía en la que Estados Unidos ha desaparecido como tal porque tomó el poder un régimen teocrático puritano que, ante el avance de una pandemia que deja estéril a la mayoría de la población, priva a las mujeres de sus derechos para transformarlas en esclavas sexuales, cuyo único objetivo es la reproducción.
Ese nuevo país, Gilead, fue imaginado por Atwood a partir de circunstancias que sucedieron en algún momento de la historia en ciertos países del mundo, lo que hace de The Handmaid´s Tale un cuento aún más inquietante.
Con una potente primera temporada, y ciertos reparos en las dos que le siguen, la serie sigue las alternativas de una de las criadas, Offred/ June (Moss), una editora que es separada de su hija y esposo para prestar servicio como incubadora humana de una pareja de ciudadanos destacados.
El reencuentro con su hija, que fue asignada a otra familia, es el motor narrativo de THT, pero la descripción verosímil del avance de un régimen religioso y conservador donde el estado regula cada aspecto de la vida de sus ciudadanos en procura de la perpetuación de la humanidad resuena fuerte en un contexto en el que avanzan liderazgos con algunos rasgos demasiado parecidos al de los comandantes de Gilead.
Sin embargo, la serie en su primera temporada no muestra una heroína dispuesta a luchar hasta el final.
El punto de vista de June es el de cualquier mujer común y corriente que se ve expuesta a una situación injusta e inédita: está perdida, sabe muy poco lo que sucede, y por momentos, parece volverse loca.
La conspiración para derrocar el estado dictatorial llegará después, aunque de una manera poco recorrida en las películas y series de siempre.
La demora del arribo de una especie de resistencia hace que el tono de la serie sea opresivo y frustrante, tal como la negación de la autonomía y los derechos humanos de las mujeres en ese mundo imaginado, pero no lejano.
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Redacción Mayo · Serie 02 El Cuento De La Criada Julieta Fantini
La violencia: My Brilliant Friend
Otra adaptación de un libro que también se mete con la amistad entre mujeres como Insecure, aunque de una manera completamente distinta es My Brilliant Friend (La amiga estupenda, HBO).
Junto a la RAI, HBO se propuso adaptar a la TV las cuatro novelas napolitanas de Elena Ferrante, un fenómeno literario que, sin necesidad de adoptar una forma panfletaria o mirar el pasado con el conocimiento del presente, muestra a través de los años la amistad entre dos mujeres atravesadas por el sexismo estructural y naturalizado del Siglo XX. Algo que para las nuevas generaciones bien podría ser una distopía imposible de asimilar, por el nivel de aceptación de una normalidad plagada de violencia.
My Brilliant Friend suma también la dimensión de la clase como condicionante de la vida de las dos amigas que viven y crecen en un barrio pobre del Nápoles de la posguerra.
La cadena lleva emitida dos temporadas, cada una adapta uno de los libros y, lo visto hasta ahora muestra el paso de la adolescencia a la juventud de Lila y Lenu, amigas y enemigas al mismo tiempo.
La vida de estas mujeres, plagada de oscuridad y violencia, se muestra a través de la rabia que encierra la obligatoriedad del cumplimiento de los mandatos y el aparente destino inexorable de las desventajas que las atraviesan en un mundo casi sin oportunidades.
El ascenso social, por el estudio o el matrimonio conveniente, es también un eje del enfrentamiento constante entre las dos mujeres cuya amistad se revela en dimensiones amargas.
La amiga estupenda no es una serie sobre empoderamiento femenino, todo lo contrario. Es una exposición cruda de cómo las generaciones anteriores tuvieron que sortear de mil maneras el infame espacio secundario que les daba la cultura de la época.
Y lo hace desde la complejidad de un vínculo difícil, el de Lenu y Lina, en un escenario de carencias materiales, pero también afectivas.
Esta mirada despiadada de las infancias y adolescencias atravesadas por circunstancias crueles pone en primer plano al barrio como escenario de las fracturas sociales y como proyección del mundo, donde las mujeres también utilizan la violencia para relacionarse y sobrevivir.
Por otro lado, la exploración de los mundos internos de las dos amigas compensa la hostilidad descripta, con sus pensamientos y anhelos tematizados. Sobre todo, cuando descubren que es la educación lo que las sacará de la cuadra, aunque una tenga más suerte que la otra, y el regreso a la casa de la infancia sea, por momentos, ineludible.
Así, La amiga estupenda expone lo velado en algún punto de las historias: las mujeres son seres humanos, no sólo como sujetos de derecho sino también con sus contradicciones y malos modos.
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Redacción Mayo · Serie 03 La Amiga Estupenda Julieta Fantini
La comunidad: Big Little Lies
Big Little Lies (HBO) es una serie que entrecruza el privilegio de las mujeres ricas y blancas con la violencia de género. Los golpes y el glamur aparecen en los planos de esta adaptación de un libro de Liane Moriarty que lleva dos temporadas emitidas.
Recurre a un tópico común: una comunidad de madres que viven sus aparentes vidas perfectas en un pueblo idílico del norte de California que, por supuesto, esconde muchos secretos y mentiras.
En ese orden, lo que se destapa incluye acoso escolar, violencia familiar, infidelidades, traiciones, abusos sexuales y un asesinato que estructura la trama.
Con un elenco de caras muy famosas (Reese Witherspoon, Nicole Kidman, Shailene Woodley, Zoë Kravitz, Laura Dern y la incorporación de Meryl Streep en la segunda temporada) Big Little Lies es una historia sobre las posibilidades de las familias por fuera de la nuclear, y las maneras de maternar cuando las circunstancias ponen a estas madres al límite.
La serie tiene también un costado cómico, que no llega a ser paródico, sino más bien trágico. En especial, a través del retrato de las neurosis de los personajes de Witherspoon y Dern, que llevan al paroxismo la mentada búsqueda de la perfección.
Sin embargo, es el personaje de Kidman el que carga con el peso de la soledad y la violencia de manera brutal, a pesar del retrato de la familia perfecta que muestran los primeros capítulos.
Como contracara, Shailene Woodley exhibe a través de su interpretación, los efectos psíquicos devastadores de una violación, que se integra a esta comunidad de mujeres de una manera peculiar, y conviene no adelantar para evitar el spoiler.
La serie tiene un tono de telenovela que por momentos le hace perder su potencia. Así y todo, la belleza de su fotografía y edición compensa las tensiones que se dan entre el tono satírico y de comedia, con el drama extremo que les toca vivir.
En definitiva, Big Little Lies intenta también ser una serie sobre la sororidad, sobre mujeres con características particulares que viven un genuino melodrama y se reinventan para salvarse.
Escuchá la reseña de Julieta Fantini sobre Big Little Lies en este podcast
Redacción Mayo · Serie 04 Big Little Lies Julieta Fantini