Al mes de septiembre ya se superaron los 800 días de crecimiento sostenido en materia de empleo recuperado y aparece, por primera vez, un escenario parejo entre provincias, pero ese ritmo positivo en el mercado de trabajo privado tropieza con otro dato: un magro desempeño en materia salarial, sin recuperación de los puntos de poder adquisitivo perdidos. Al mismo tiempo, los balances de las principales empresas de nuestro país dan cuenta de fuertes incrementos de rentabilidad operativa. Desde CEPA, advierten que este proceso sugiere una transferencia de ingresos desde los asalariados a los grandes empresarios.
Según el informe, en base a los datos aportados por el Ministerio de Trabajo, el panorama actual muestra una constante recuperación del empleo, que en agosto imprimió una generación de 6.535 puestos de trabajo registrados en el sector privado, lo cual implica un 0,1% de crecimiento con respecto al mes previo. Mejor aún, la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) anticipó los datos de septiembre, con un crecimiento del 0,2% mensual.
Así, desde el mes de agosto se logró recuperar la totalidad del empleo perdido por Covid-19, de todo el perdido en 2019 y del cuarto trimestre de 2018, cuando tocó el piso durante el gobierno de Cambiemos. Cuando se desglosan los datos, desde CEPA ponen el foco en la distribución sectorial de ese crecimiento, ya que en el mes de agosto diez de los catorce sectores incrementaron la cantidad de personas trabajadoras:
- Son nueve los sectores dinámicos que ya se encuentran por arriba de los niveles pre-COVID19, entre los que sobresale Industria y Construcción (llevan creado desde la pandemia más de 74 mil y 50 mil puestos adicionales respectivamente). También se destacan Hoteles y Restaurantes.
- Otros tres sectores se encuentran aún en recuperación. En estos sectores se crean puestos de trabajo desde julio de 2020 en adelante, pero no llegan a los niveles de febrero del 2020. Se destaca el crecimiento del sector Turismo, el más afectado durante la pandemia.
- Otros dos sectores permanecen en crisis computando menos trabajadores y trabajadoras respecto al piso de la pandemia: Agricultura y Finanzas durante el mes de agosto no mostraron creación de empleo.
Por otro lado, a nivel regional, el 95% de las provincias ya registran más empleo privado que en febrero 2020, y ya no se observa una heterogeneidad regional como en meses anteriores:
CABA, Cuyo y el NOA son las regiones que más dificultades presentaban para recuperar los niveles de empleo. Sin embargo, al mes de agosto todas las provincias se ubican en niveles cercanos a los registrados en pre-pandemia, excepto Tucumán (-2%). En el siguiente gráfico se observa la variación de empleo registrado desde febrero de 2020, según provincias.
Los salarios no repuntan
El panorama negativo es el desempeño en materia salarial, sin recuperación de los puntos de poder adquisitivo perdidos durante el gobierno de Cambiemos. Al mismo tiempo, los balances de las principales empresas de nuestro país dan cuenta de fuertes incrementos de rentabilidad operativa. “Este proceso sugiere una transferencia de ingresos de los primeros a los segundos”, destaca el informe de CEPA.
En el reporte se distinguen tres momentos para los asalariados: un primer momento en que perdieron sensiblemente participación en el ingreso en la etapa de la gestión Cambiemos; un segunda etapa, durante la pandemia, de mejora provisoria vinculada a las políticas de protección de trabajadores y trabajadoras, que permitieron que estos se vieran menos afectados que el capital y, por último, la post pandemia que muestra cómo el excedente de capital bruto (de las empresas) se expande sobre los ingresos (de los asalariados), en el marco de una fuerte reactivación.
Al desagregar los números, se observa una caída de 6,9 puntos porcentuales, entre el primer semestre 2016 y el primer semestre de 2022. “El análisis, de todas formas, da cuenta de que la mayor parte de ese retroceso se evidencia entre el primer semestre de 2016 y el primer semestre de 2019, donde el guarismo retrocede en 4,8 puntos, es decir, el 70% del retroceso total. El resto (2,1 puntos) se reducen entre 2019 y 2022”, aclara el informe de CEPA.
Desde una mirada integral sobre la puja distributiva, capital-trabajo entre 2016 y la actualidad, se observa que en el primer semestre de 2016 la distancia entre ambas participaciones ascendía a 12 puntos en favor de los asalariados, y que esa relación se invierte en el primer semestre de 2021 levemente en favor del capital y se mantiene en valores relativamente equivalentes en el primer semestre de este año. Los números son: 44,4% asalariados (RTA) y 45,0% empresarios (EEB).
Si se realiza el mismo análisis, pero excluyendo el Sector Público, las inclinaciones de las curvas se muestran similares pero el punto de origen es sensiblemente más adverso para las y los trabajadores. Se observa cómo la brecha entre las curvas, que en el primer semestre de 2016 se mantenía con una distancia de casi 5 puntos en favor del capital, en el primer semestre de 2022 se amplía a 16,4 puntos. En el siguiente gráfico se observa esa distancia, donde RTA (35,7%) es Renta al Trabajo Asalariado y EEB (52,1%) es Excedente de explotación bruto, es decir, la participación del capital en el ingreso:
El reporte enfatiza las consecuencias: “Si ponemos el foco desde el último trimestre de 2019 hasta la actualidad, la productividad laboral por puesto subió 14%, mientras que los ingresos reales de los asalariados solo mejoraron 2%. Es decir, el 83% de la mejora en la productividad laboral de estos últimos tres años se lo quedaron las empresas. Esto significa una transferencia de ingresos desde los trabajadores hacia los empresarios que se suma a la pérdida por un mayor incremento de precios que de salarios”.
Se puede descargar el informe completo sobre la situación del empleo registrado privado; y el análisis integral de la distribución de ingresos en Argentina (segundo trimestre de 2022).
