Rovelli trabajó durante muchos años como director Nacional de Programación Macroeconómica en el Ministerio de Economía y apuntó que “la inflación es consecuencia de la devaluación”, que a su vez surge por la falta de dólares, producto de un pago “cruel y absurdo” de una deuda con el FMI que “debe ser investigada”.
-¿Es la inflación el problema más importante de la economía?
-No, nuestro mayor problema es cómo se inserta la Argentina en el mundo. Nos están llevando a un modelo extractivista agropecuario exportador como el de 1880. La diferencia es que ahora es con energía, litio; minerales raros y productos agropecuarios. El problema más grande que tiene Argentina es la matriz de integración al mundo y cómo se distribuye el ingreso hacia el resto del país. La inflación es un síntoma. Es como la fiebre. Cuando hay inflación significa que hay un desequilibrio, que algo funciona mal. Después, hay que ver a qué se debe la fiebre y esa será la causa del problema. La causa en la Argentina es cómo nos integramos al mundo.
Durante la dictadura militar, la inflación nunca bajó de tres dígitos. Y ahí se recurre por primera vez al Fondo Monetario Internacional. Al FMI, no le interesa cuánto gastás en pesos adentro. Ellos quieren que tu costo operativo en dólares sea el menor posible; entonces, la inflación te ayuda a licuarlo. Un ejemplo concreto y claro: cuando se fue Cristina Fernández de Kirchner, en diciembre del 2015, el salario del RIPTE (salario promedio medido por el Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social de la Nación) era de 15.600 pesos. El dólar oficial estaba $9,10. Quiere decir que un trabajador cobraba en promedio USD 1.725 por mes. Éramos el país mejor remunerado de toda Latinoamérica. En noviembre de 2022, último dato del RIPTE, ese salario promedio fue de $168 mil. El tipo de cambio estaba a $180; o sea, superaba apenas los USD 900 dólares. Se perdió casi un 50%. Lo que quiere borrar el FMI en moneda dura son los costos operativos: salario, energía, etc. Que todo en dólares salga barato. Hoy, Argentina es barata para ellos, no para nosotros. Y la devaluación está siempre orientada con los precios. La hiperinflación fue fruto de la hiper devaluación. Esa inercia se frenó vendiendo los activos estatales como YPF, Aerolíneas Argentinas, etc.
El dólar y los precios se retroalimentan. Ahora, el dólar oficial pasó de $62 en 2019 a $197; un 320%de aumento. La inflación de los tres años de este Gobierno fue del 300%. La relación entre el tipo de cambio y los precios es directamente proporcional. Cuando tenés 37 grados de fiebre no es un gran problema, pero cuando tenés 40° ya es un problemón porque corrés el riesgo de tener secuelas permanentes. Ahora, estamos en ese punto. Ya se pasó un límite. Por eso, el Gobierno trata de no devaluar o de hacer microdevaluaciones.
-Muchos apuntan a que el problema es el déficit fiscal.
-Es mentira. No es el déficit fiscal. Es el dólar. En diciembre de 2015, el déficit fue del 4,5% del Producto Bruto Interno (PBI). Axel Kicillof (entonces ministro de Economía) dejó un déficit de 20.000 millones de pesos y los financió con deuda en pesos. El Gobierno de Mauricio Macri, con el famoso reperfilamiento, financió un 8% del PBI y lo hizo con deuda en dólares. Estamos hablando de 32.000 millones de pesos. Entonces, el reperfilamiento le costó al Estado argentino USD 1.500 MM más. Y ahí se reprodujo el problema.
Después, le pagaron a los "fondos buitre" USD 9.300 MM, cuando la deuda era diez veces menor. Después, terminaron en el FMI. Con todo, Macri nos endeudó en más de USD 100.000 MM. De eso, USD 24.000 MM los usó para pagar deuda vieja, pero los USD 86.000 MM restantes los vendió en el mercado interno. ¿Cómo? El Estado argentino paga en pesos para su funcionamiento interno y los dólares los vendían a través del Banco Central a quien los quería comprar. Así, las 100 principales empresas argentinas compraron USD 24.600 MM. Ninguna de esas empresas puede justificar esas compras. El problema es dónde están esos dólares. El principal problema que tiene el Gobierno de Alberto Fernández es que nunca investigó la deuda. Prometió investigarla y nunca lo hizo.
-Hoy en día, hay corrientes libertarias que proponen dolarizar la economía. ¿Qué opinión te merece?
-Es ridículo. Argentina creó su propia moneda en 1813. Tener un Estado es tener una moneda y tener Fuerzas Armadas. Pero ni siquiera a la derecha le conviene dolarizar porque lo que siempre han buscado históricamente las derechas es licuar el costo argentino en dólares a través de la inflación. Buscan licuar salarios, jubilaciones, los gastos del Estado. Si dolarizan, les queda el costo en dólares para siempre y no quieren eso.
Hace 39 años que miro presupuestos nacionales, por mi trabajo. Nunca vi un presupuesto que sea del 20% del PBI. En la época de los Kirchner, era del 30% del PBI. Ahora, es del 20%. ¿Cómo lo lograron? Con inflación, licuando los gastos del Estado. La gente pierde mucha plata con la inflación y ellos ganan en dólares.
-¿Cómo se hace para fortalecer ingresos, en este marco?
-Lo principal acá es investigar la deuda. Mientras se tenga que pagar esta deuda de USD 100.000 MM es imposible. No podemos pagar esa cantidad de dólares. Con este modelo exportador que se propone, solamente van a crecer los ingresos de los exportadores. De ahí, que se da esta paradoja de que crece el PBI, pero no crecen los ingresos de los trabajadores. Si ponemos el total de lo que cobran los trabajadores contra el PBI, la relación es menor incluso a la que dejó Macri en diciembre de 2019.
Se está pagando una deuda gigantesca sin investigarla. ¿A dónde fue esa plata? Nos endeudamos con un montón de plata, no se compró un ladrillo y pagamos la deuda calladitos. Es cruel y absurdo.
-Algunos sectores apuntan a que se deben reducir o eliminar los subsidios y planes sociales. ¿Cómo lo ves?
-El total de los subsidios y planes representan el 2,4% del PBI. Y el Ministro de Economía le regaló a los sojeros, que no tienen ninguna necesidad, millones de dólares. Primero, liquidó más de USD 8.000 millones y le dio 50 pesos por cada dólar. O sea, les dio $400 mil millones. Después, liquidaron USD 3.500 MM más y le dio 60 pesos por cada dólar, con lo cual les dio $210 mil MM más. Además, a las eléctricas les condonó $80 mil MM de la deuda con CAMMESA. Es decir, el subsidio que les dio el Gobierno a estos grandes poderes es mayor que el de los planes y asignaciones.
-¿Coincidís con que es necesaria una reforma impositiva?
-La presión impositiva en países como Estados Unidos, Alemania y Francia es muy similar a la nuestra. Están cerca del 30% del PBI. La diferencia está en cómo se recauda. En esos países, son tres tercios claros: un tercio a la propiedad, un tercio al consumo y un tercio a la ganancia. En Argentina, es un 65% al consumo, un 23% a la ganancia y apenas un 7% a la propiedad.
Estamos hablando de que Argentina tiene una de las tierras más fértiles del mundo. Hay una ley 26.737, que creó el Registro Nacional de Tierras Rurales. Ese registro muestra que hay 65 millones de hectáreas rurales privadas en Argentina. De ese total, el 40% pertenecen a apenas 1.200 propietarios. Y de esas, 1,877,885 hectáreas están en Paraísos Fiscales. Es una aberración.
En la provincia de Buenos Aires, se recauda más de Patentes que de la propiedad de tierras. Del total de la recaudación de la Provincia de Buenos Aires, apenas el 0,4% es a la propiedad. No es un problema de presión impositiva, es cómo se reparte esa presión.