Sequía: pérdidas económicas en torno a los us$3.300 millones sólo en trigo y cebada
Un informe elaborado por técnicos de la unidad de I+D de CREA alerta sobre el impacto que generará el desastre climático que se está registrando en la presente campaña agropecuaria 2022/23 en relación a la merma del ingreso de divisas que afectará tanto a las comunidades productivas como a la economía argentina en general.
El trabajo refiere que hasta el momento, solamente considerando las adversidades climáticas en los cultivos de trigo y cebada, las pérdidas económicas se calculan en torno a los 3.300 millones de dólares.
Estudios similares llevados a cabo tanto por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) como por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) ajustaron a la baja sus estimaciones de producción de trigo tras coincidir en que es una de las más afectadas por la sequía y las heladas tardías, lo que podría complicar aún más el abastecimiento interno y la exportación con el consecuente efecto en el ingreso de divisas.
Economistas de la BCR señalaron que los rendimientos del cereal son los más bajos de los últimos 15 años, y la pérdida de superficie cosechada es la más alta en 40 campañas. Por otro lado, plantearon que ante los nuevos recortes de producción total que se realizaron en las últimas horas, la zona núcleo pierde US$650 millones, y el país se pierde de exportar US$2.021 millones sólo de trigo.
Más impactos
El relevamiento de CREA -realizado en función de una muestra de 1.380 empresarios agropecuarios de diferentes regiones del país-, adelantó además, que el problema también se presentará en los cultivos de verano, los cuales registran retrasos en su implantación en muchas zonas.
En efecto, según los resultados obtenidos, la presente campaña registra una reducción del 30% de la superficie de maíz en fecha de siembra temprana respecto de la planificada, al tiempo que la implantación de soja, si bien crecería en superficie, registra demoras en varias regiones.
En cualquier caso, buena parte de la oferta de granos gruesos prevista para marzo y abril de 2023 no estará disponible por las demoras en las siembras en muchas regiones afectadas por sequía, señaló Ariel Angeli, líder de la unidad de I+D de CREA.
Esa reducción de la disponibilidad de granos, además de un problema para las empresas agrícolas, también representará un desafío para la economía por la menor disponibilidad de divisas, añadió.
Si el régimen hídrico no lograra regularizarse en el presente mes de diciembre, entonces la producción de granos gruesos de segunda siembra, que ingresa al mercado hacia mediados de año, estará comprometida, acrecentando las dificultades del sector productivo y de la economía nacional.
Por otra parte, la sequía y las heladas tardías redujeron la oferta de recursos forrajeros en la mayor parte de los establecimientos ganaderos CREA, lo que ocasiona una situación complicada en lo inmediato para asegurar la condición corporal de las madres de cara al servicio, como así también en el mediano plazo para lograr indicadores de destete adecuados.
El relevamiento realizado por CREA muestra que la proporción de vacas en buen estado corporal bajó 20 puntos porcentuales respecto al mismo período del año pasado.
Si bien en lo inmediato la actual coyuntura puede contribuir a incrementar la oferta de hacienda ante la necesidad de liberar campos por la falta de recursos forrajeros, en el mediano plazo puede promover una merma de la disponibilidad de hacienda al afectar la capacidad de producción del sector, advirtió Angeli.
El problema también afecta a las empresas tamberas, las que, a partir de las dificultades productivas generadas por desastres e inconvenientes climáticos, prevén una desaceleración del crecimiento de la producción de leche y han tenido que recurrir a una mayor proporción de suplementos por falta de disponibilidad de recursos forrajeros.
Así, el 76% de los grupos CREA lecheros informó que registró, debido a la sequía, retrasos en la siembra de cultivos de verano superiores a los 15 días respecto de las fechas óptimas, mientras que un 24% señaló que debió reducir el área prevista de dichos cultivos por falta de humedad.
En tanto, en la región de los Valles Cordilleranos, más del 40% del área implantada con vid resultó afectada por las heladas, mientras que en lo que respecta a nogales esa proporción fue del 60%; en ambos casos se esperan importantes pérdidas de rendimientos.