PANORAMA AGROPECUARIO

Para FADA, en 2023 el Estado se quedó con el 79% de la renta promedio que generó un chacarero

Los impuestos de la soja se llevarán casi la totalidad de la escueta ganancia que generará el cultivo en la campaña de este año. Por Alejandro Cuellar

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13-04-2023

Según un informe de la Fundación Argentina para el Desarrollo Agropecuario (FADA), la sequía impacta en la reducción del impuesto a las ganancias provocando el crecimiento de tributos no coparticipables, arrastrando 3 de cada 4 pesos que se aportan en impuesto desde la producción agrícola este año.

En marzo de 2023, el Estado acaparó el 79% de la renta que generó en promedio un productor agropecuario que hace soja, maíz, girasol o trigo.

El informe de FADA sostiene que la sequía dispara la presión impositiva. La fuerte caída en la producción, debido a la intensa seca que se registró en la Argentina, hizo que la participación del Estado a través de los impuestos se incremente. Este fenómeno se da porque el impuesto con más peso es el derecho de exportación que al impactar sobre el precio bruto no reconoce caídas en la rentabilidad. A medida que se complica la sequía aumenta la participación de los impuestos sobre la renta.

Para FADA el índice de marzo fue de 14,3 puntos porcentuales más alto que el de marzo de 2022, traccionando por menores rendimientos como consecuencia de la sequía y las heladas que han afectado a los cultivos, menores valores internacionales que a principios del 2022 estuvieron impulsados por el conflicto Rusia-Ucrania. 

“Mientras que el promedio ponderado de cultivos a nivel nacional es de 79,1%, la participación del Estado en soja es del 94,1%, maíz 62,4%, trigo 78,7% y girasol 58,3%. En soja los impuestos se llevarán casi la totalidad de la escueta renta que genere el cultivo esta campaña. La renta es el valor de la producción menos todos los costos que enfrenta. Esta renta se redistribuye entre los impuestos, el resultado de lo producido y la renta de la tierra”, analizaron técnicos de FADA.

“La renta se distribuye entre los impuestos, el resultado de la producción y la renta de la tierra. Si lo aplicamos a alguien que alquila la tierra, o sea, que le representa un costo, en un año donde la producción genera pérdidas el Estado se lleva más del 100% de la renta”, sostuvo el economista David Miazzo.

Del total recaudado el 76% son impuestos nacionales no coparticipables, es decir, que se alojan en las arcas del Estado Nacional. El 16,3% son coparticipables, o sea que una porción regresa a las provincias que lo produjeron; el 6,2% corresponden a tributos provinciales y el 1,1% municipales.

El trabajo de los economistas de FADA indica que en los últimos dos años y medio hubo una mejora sustancial de precios internacionales impulsada por la política monetaria de Estados Unidos y los principales bancos centrales del mundo y luego la guerra Rusia-Ucrania tuvo impactos en trigo y girasol. Sin embargo, hubo bajas abruptas en el tipo de cambio real oficial afectando la competitividad cambiaria de la producción agrícola. Como consecuencia de este retraso, fueron necesarias las ediciones de Dólar Soja para promover las ventas de la oleaginosa.

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Redacción Mayo

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