Las estaciones han perdido, desde 2018, el equivalente a 4,9 meses de ventas y a 5,5 meses de facturación
Un informe elaborado por la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) pone en evidencia la falta de rentabilidad que viene registrándose en el negocio de la venta y expendio de combustibles.
Según refiere y dado que el precio de los combustibles líquidos ha venido atrasándose con relación al resto de los precios de la economía, a partir del congelamiento de precios establecido por el Gobierno nacional para intentar contrarrestar la inflación, el volumen vendido durante julio de 2022 no alcanza para recuperar los niveles de facturación, ajustados por inflación, de cuatro años atrás.
Efectivamente, “la facturación en julio de 2022, ajustada por inflación, fue 3,8% menor a la registrada en julio de 2018”, indicó el relevamiento.
Esta evolución de volúmenes y precios implica que los operadores del expendio de combustibles en Argentina han perdido, desde el inicio de la última recesión, el equivalente a 4,9 meses de ventas y a 5,5 meses de facturación, sentenció el trabajo que alertó: “La tendencia de los últimos meses, de volúmenes decrecientes y precios todavía rezagados, no contribuye a recuperar los volúmenes y la facturación perdidos durante los últimos cuatro años”.
Según refiere el informe, una forma de analizar la cuestión del atraso de precios relativos del sector es comparando con precios vinculados al consumo.
Así, desde junio de 2021 hasta julio de 2022, mientras el precio de la nafta súper se incrementó 39,3% (promedio nacional, todas las banderas), el precio de la leche fresca en sachet se incrementó 69,1%, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que monitorea el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) se incrementó 76%, el componente de alimentos y bebidas del IPC se incrementó 76,2% y el precio del pan francés se incrementó 79,3%.
Vale tener en cuenta que luego de la realización de este informe, el primero de octubre pasado, el Gobierno nacional decidió ajustar tanto el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) como al Dióxido de Carbono (IDC), además de los valores de los biocombustibles, lo que implicó una suba directa del 6% promedio en el precio final de la nafta y el gasoil en las estaciones de servicio.
Dicha actualización corresponde al primer y segundo trimestre del 2021, debido a que son montos fijos que estaban congelados desde hace más de un año. Es decir que el ajuste todavía está lejos de los índices inflacionarios que informa el Indec.
A decir de Daniel Montamat, exsecretario de Energía de la Nación y exdirectivo de YPF, el desfase inflacionario entre el período mencionado y el segundo trimestre del corriente año, es de 65 puntos porcentuales. “Y si bien hubo un impacto en los precios finales, todavía hay un retraso del ICL, que puede ser una suba del 5 ó 6% más en el valor en las pizarras de las bocas de expendio. Hecho que se tendrá que estabilizar, sobre todo por las necesidades fiscales”, explicó en diálogo con el portal de noticias Surtidores.com.
Otra forma de analizar la cuestión del atraso de precios del sector es mediante la comparación de precios internacionales dentro de la región.
De este modo, el precio de la nafta súper en Argentina se encuentra a 1,022 dólares por litro, por debajo de los precios en Estados Unidos (1,110 dólares), Panamá (1,142 dólares), Brasil (1,156 dólares), México (1,198 dólares), Paraguay (1,409 dólares), Canadá (1,465 dólares), Chile (1,497 dólares), Perú (1,547 dólares) y Uruguay (2,015 dólares).
Como resultado de todo lo anterior, el informe asegura que las estaciones de servicio tienen que vender un mínimo de 283.000 litros mensuales para alcanzar el punto de equilibrio comercial, volumen al que no llega el 48,1% de las estaciones de servicio del país.