Raúl Hermida es uno de los economistas que más ha estudiado el potencial económico y productivo de la provincia de Córdoba y de la Región Centro argentina y, como tal, es el más encendido defensor de la integración física y real de las cadenas productivas regionales del país.
Director de la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC) y ahora asesor del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de esa entidad, centro que lideró por más de 16 años, integra el Foro de Entidades Empresariales y de la Producción de la Región Centro, otro de los espacios desde los que brega por la regionalización productiva inteligente del país.
-¿Cuál es la importancia de la regionalización de Argentina?
-Tiene muchas ventajas la regionalización. Mejora las condiciones para diagnosticar, planificar y ejecutar políticas públicas relacionadas con el desarrollo económico, especialmente en lo referido a la promoción de las cadenas de valor y los complejos productivos regionales, que son la base de la exportación y de la inserción de Argentina en el mundo. Creo que es el único camino que tiene el país de terminar con una larga decadencia que lleva más de 90 años y de la cual Argentina no puede salir por ser una economía cada vez más cerrada y aislada, cada vez más desconectada de la economía mundial, lo que lleva a que su población tenga menores salarios, sufra mayor desempleo, y sucesivas crisis sociales, políticas y económicas.
-¿Tiene alguna desventaja?
-La verdad que no. Inclusive trae aparejada ventajas para que discutamos de una vez por todas la Ley de Coparticipación Federal de impuestos, sobre todo la que se refiere a la coparticipación secundaria, que está pendiente desde el año 1994. Esa discusión permitiría terminar con una distribución arbitraria y discrecional en manos del Poder central. Creo que una de las soluciones que podemos tener para resolver este problema es justamente pensar en una regionalización, es decir, en una distribución regional de recursos. De esa manera, es mucho más fácil poder establecer políticas públicas regionales que estén destinadas a abrir la economía para poder insertarla adentro del mundo con el menor costo social posible. Me parece que hasta para discutir la coparticipación es necesario que pensemos en regiones. El país puede, a través de las regiones, promover mejor su actividad económica, para terminar con tantas décadas de decadencia. Argentina es el único país que ha caído en lo que los economistas llamamos la “trampa de los ingresos medios” desde arriba, es decir, siendo un país rico. Se llama la trampa de los ingresos medios a aquella en la que ingresan los países que, con un nivel de desarrollo de ingresos medio, no puede superarlos. Y Argentina es el único país en la historia de la humanidad que ha entrado a esa categoría pero desde un nivel superior, es decir, habiendo estado antes entre los países ricos. Y si seguimos así, vamos a salir de esa trampa pero nos vamos a convertir en un país pobre.
-¿Qué importancia tiene entonces la institucionalización de las regiones?
-Bueno, eso tiene una enorme importancia. La Región Centro Argentina es un ejemplo de ello y no sólo en el país, sino también en otros países que han consultado sobre la forma de organización que tiene la Región Centro con su Junta de Gobernadores, su comité Ejecutivo, la Secretaría Administrativa online y la Comisión Parlamentaria Conjunta. Yo en todo ello destaco la participación de la sociedad civil a través de sus cuatro Foros, el de los Trabajadores, el de los Profesionales, el de las Universidades y el de las Entidades Empresariales y de la Producción. Esos cuatro espacios permiten que haya una mayor y mejor participación de la sociedad civil en el régimen republicano y democrático, logrando una mejor representación de las ideas. A su vez, facilitan la promoción de trabajos conjuntos entre el sector público y el privado, lo que permite que haya un mejor entendimiento entre la sociedad civil y el Gobierno.
Al mismo tiempo, la institucionalización de las regiones, permitiría la defensa de los intereses de cada una. Mire el caso de la Región Centro, por ejemplo, cuyos sus recursos fiscales terminan solventando en buena parte el gasto público en el conurbano bonaerense. Obviamente que en este contexto, ésa es una situación desesperante que debe ser atendida, pero lo que quiero decir es que si no se resuelve de raíz la pésima distribución del ingreso que hoy tenemos en Argentina, vamos a seguir agravando esa situación, empobreciendo al resto de las regiones y obligando a sus pobladores a migrar hacia el conurbano en vista de las mayores posibilidades de ayuda del Estado. En el mismo sentido, es preciso mencionar que la Región Centro necesita una menor presión impositiva, y para que eso sea posible, hay que hablar de una reducción en el gasto público, una reducción no en el gasto social sino en el burocrático administrativo. Hay que empezar a crear puestos de trabajo en el sector privado para reducir la carga que genera el sector público.