La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) es una entidad de tercer grado que nació en julio de 1956 a partir de la necesidad real de una representación federal empresarial para la discusión de las convenciones colectivas de trabajo del sector mercantil.
Alfredo González, su presidente desde hace poco más de un año, dialogó con Redacción Mayo, a quien refirió sobre las fortalezas de la entidad y defendió el trabajo colectivo.
- ¿Cómo nació CAME?
- CAME nace hace más de 60 años a partir de la necesidad de una representación federal de las micro, pequeñas y medianas empresas. Comienza con la representación de comercio y servicios (que incluye turismo) y luego se amplía a los demás sectores económicos pymes de Argentina, desde las economías regionales que pertenecen al sector primario, hasta las industrias pymes. A toda esa representatividad se fueron añadiendo otras que son transversales a todos los sectores, como son Mujeres Empresarias y Jóvenes Empresarios. Y en los últimos tiempos se sumaron además los sectores tecnológicos y de conocimientos y culturales. CAME cuenta con una representación territorial y federal que se sustenta en las más de 1492 cámaras, asociaciones y federaciones de todo el país que están asociadas.
- ¿La diferencia con el resto de las entidades está dada por el tamaño de las empresas, es decir, por ser pymes?
- Claro. Aquí representamos a las micro, pequeñas y medianas empresas. Las grandes están representadas por otras entidades. Nosotros sólo representamos a las mipymes que son más del 90% de las empresas argentinas. Estamos hablando de los dadores del 70% del empleo en el país. Nosotros representamos a más de 542 mil empresas argentinas.
- ¿En qué ayuda a los emprendedores y pequeños empresarios del interior del país asociarse con otros?
- La actividad colectiva es mucho más productiva que la actividad individual. El árbol genealógico de CAME es: una cámara base es la cámara de una ciudad, por ejemplo la de Río Cuarto de Córdoba, esa cámara es de primer grado y está asociada a su vez a una federación, por ejemplo Fedecom (Federación Comercial de Córdoba) que es de segundo grado y tiene una representación provincial. Fedecom está asociada a su vez a una cámara o entidad de tercer grado, que es nacional, que en este caso es la CAME. Ése es el árbol genealógico de la dirigencia gremial empresaria argentina. De ahí es que surge que todas las cámaras están directa o indirectamente asociadas a CAME. Y volviendo a la pregunta, la gestión colectiva, por más grande que sea la empresa, siempre es mucho más productiva que la gestión individual. Además, en las cámaras también se brindan servicio como por ejemplo capacitaciones, no sólo para el personal, sino también para el mismo propietario, empresario y eso es información. La información es dinero, la información te hace tomar mejores decisiones más allá de las acciones gremiales específicas que es proteger o estar siempre en las mesas de discusiones municipales, provinciales y nacionales, a la hora de que se tomen resoluciones que afectan al sector que se está representando.
- ¿Cómo se hace para representar no sólo distintas actividades o sectores sino también realidades tan diferentes como las que determina un país con un territorio tan grande y diverso como Argentina?
- Justamente ése es uno de los grandes potenciales que tiene CAME. Al tener representación en cada ciudad de las distintas regiones de Argentina nos hace tener, vivir y sentir el día a día de las realidades que tienen los distintos empresarios en todo el país. Aquí tenemos los representantes de Jujuy, de Tierra del Fuego y también los de la provincia y Ciudad de Buenos Aires. Las realidades son distintas. Muchas veces el sector político centralista que tiene Argentina toma definiciones desde la centralidad de Capital Federal sin tener en cuenta las distintas dificultades y asimetrías que tenemos en el interior. Por eso es tan importante el trabajo federal que hace CAME. En esta gestión que arrancamos hace un año, federalizamos nuestras reuniones de Consejo Directivo que antes se hacían sólo en Capital. Ahora estamos yendo a sesionar a las provincias. Hace poco estuvimos en Córdoba y también estuvimos en Corrientes, La Pampa, Entre Ríos, Santa Fe y estamos yendo a otras provincias también. Eso nos da un contacto directo, no sólo con nuestros dirigentes con quienes tenemos relación permanente, sino también con los funcionarios locales con quienes buscamos trabajar fuertemente.
- ¿Cómo está hoy por hoy la actividad de los sectores que representan?
- Con mucha incertidumbre, esperando que la macroeconomía tenga ese grado de certidumbre que se necesita para poder funcionar. Nosotros tenemos las mismas dificultades que nuestros clientes por doble vía. La incertidumbre respecto al precio y la incertidumbre respecto de cuándo vamos a poder recuperar nuestro stock vendido. Y ante la necesidad de vender y poder cumplir con nuestras obligaciones diarias no tenemos espalda financiera para cerrar el negocio una semana hasta que se establezcan los precios. Esa incertidumbre nos hace pasar un momento realmente muy difícil todos los días. Por eso estamos apostando, como siempre, a que este nuevo equipo económico implemente todas las medidas anunciadas lo antes posible para poder estabilizar la macroeconomía argentina.
- ¿El hecho de ser pequeñas y la incertidumbre macro son los mayores obstáculos que enfrentan?
- Sí, por supuesto. Es porque nosotros somos tomadores de precio y no generadores de precios, por lo que estamos siempre expuestos a que nos manden las listas para poder proveernos. En esa dificultad estamos por lo que somos víctimas de esta situación macroeconómica.
- ¿Cómo ve la CAME al país hoy?
- Con muchas dificultades. Este proceso inflacionario es muy dañino, va provocando inestabilidad en la macroeconomía. Esta parte del partido es aquella en la que las pymes no juegan sino que acompañan. Esta parte es donde el equipo económico debe trabajar con los actores de la macroeconomía argentina para poder estabilizar el país de manera tal que el día a día sea distinto para la microeconomía.
- CAME elabora diferentes informes mensuales, el indicador de las ventas minoristas, la brecha de precios, el índice de producción industrial pyme, entre otros ¿cuál es el objetivo, qué es lo que buscan con esos relevamientos?
- Tenemos tres indicadores que son los más importantes entre otros varios que también hacemos. Uno es el de la venta minorista con el que ponemos sobre la mesa la realidad y el desempeño de las pyme de la gran mayoría de los sectores. Con eso sabemos cómo están respecto del mes anterior y del año anterior, con lo que podemos tener un panorama bastante certero de cómo están viviendo las pymes de cada punto del país con las ventas minoristas. Después tenemos el Índice de Productos de Origen y Destino que monitorea el valor que se le paga al productor en la tranquera y lo que pagamos los consumidores argentinos en las góndolas por los alimentos de origen agropecuario. Ese informe marca la brecha que se forma con la intermediación, muchas veces parasitaria. Y el tercero es la medición en relación al nivel de producción pyme industrial que marca el proceso de este sector muy referenciado en Argentina. La idea es poder conocer y mostrar con cada uno de estos indicadores cómo va evolucionando el consumo en Argentina y cuáles son las distintas cuestiones que intervienen, las problemáticas que se generan y poder actuar y hacer las gestiones correspondientes en función de esos monitoreos.