Las sucesivas crisis político-económicas argentinas han generado movimientos migratorios hacia distintos países que ofrecen estabilidad política y financiera, proyección de ascenso económico social, seguridad, entre otros aspiracionales. La última recesión desatada por las medidas impuestas para contener el avance de la pandemia de coronavirus, parece no haber sido la excepción.
Sin embargo, y pese a que el gobierno del vecino Uruguay, en manos del liberal Luis Lacalle Pou, decretó a mediados del año pasado nuevas flexibilidades al régimen de residencia de extranjeros para lograr atraer a entre 50 mil y 100 mil personas interesadas en radicar sus inversiones en jurisdicción oriental, el éxodo argentino no luce masivo en función de los requerimientos que se deben cumplir y debido a que las fronteras (a raíz del Covid-19) no están del todo abiertas, sino -y sólo desde septiembre pasado- para aquellos que ya tienen vivienda allí.
En diálogo con Redacción Mayo, Juan Martínez Escrich, presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales del Uruguay, se manifestó consciente de la necesidad de su país de impulsar un crecimiento demográfico y económico, y recalcó que las medidas impulsadas por el Gobierno charrúa no ofrecen ventajas competitivas a los extranjeros por sobre las que tienen los locales.
Finalmente, y a la hora de referirse a aquello que pretenden encontrar los inversores indicó: “Lo primero que buscan es la estabilidad política y la estabilidad económica. Eso debe ofrecer cualquier país que se precie de querer captar inversiones. La estabilidad es la que le da crédito y le da credibilidad al país que busca inversores”.
Redacción Mayo · Entrevista a Juan Marti´nez Escrich. Pte de la Confederación de Cámaras Empresariales del Uruguay
