Cine

“Paula”, una película para mirarnos al espejo

Filmada en Córdoba, retrata el malestar de una adolescente de 14 años con su cuerpo e invita a reflexionar sobre los estereotipos femeninos y los mandatos. Recorrió festivales y recibió varios premios. Hablamos con su directora, Florencia Wehbe. Por Cris Aizpeolea
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28-03-2023
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-Entiendo que "Paula" partió de un registro propio, de una experiencia personal. ¿Cómo fue que tu historia o parte de ella se convirtió en un guión, en una película?

-Así es. Está basado un poco en mi experiencia personal con los trastornos de conducta alimenticia (TCA) que empezaron cuando era adolescente y me acompañan de distintas maneras hasta el día de hoy. Fue bastante complejo porque la historia empezó a surgir desde un lugar más íntimo, de vivencias personales y a medida que se fue transformando en una película, pude compartirlo con colegas, amigas, y fue increíble como todas se veían reflejadas de alguna manera en ese disgusto, en ese malestar con el cuerpo. Y así pasó a ser una historia más colectiva que íntima.

Mirá el trailer de la película de Flor Wehbe.

-Es súper interesante el ciber registro del asunto, cómo el celular, las redes, los chats, se incorporan al relato. Esa presencia de la tecnología tiene la potencia de un personaje, ¿estuvo desde el principio en tu película?

-No estuvo desde el principio porque, como te decía, fue inspirada en mi experiencia personal y yo no fui una adolescente con celular. Pero entendí que ambientarla en una época que no fuera actual, me iba a sentir planteando un problema de otra década cuando en realidad es un problema muy presente en el día de hoy. Ahí me ví obligada a agregar el uso de la tecnología, porque claramente los adolescentes de hoy no viven ni sufren los TCA igual que lo sufríamos nosotras en nuestra época sin tecnología. Claramente la tecnología es una herramienta que cambia la forma de comunicarse, que genera más ansiedades, más estrés y, también, más cantidad de información en lo inmediato.

-¿Te documentaste, hablaste con profesionales, con amigas?

-Creo que nos estamos documentando todo el tiempo. La memoria es un documento propio. Investigué mucho acerca de cómo era el contacto con los TCA y las redes sociales, y las actrices me ayudaron muchísimo a aggiornar el uso del celu en las escenas. Creo que ellas pudieron hacer propio el guión, las historias, los personajes, y trasladarles sus propias vivencias, inquietudes, miedos. Pudimos ponerlo en común con ellas y con otras colegas que pudieron darme otra perspectiva de esta relación tóxica que tenemos con la comida y nuestro cuerpo, además de verlo en relación a la narrativa del guión.

-Es la primera película de Lucía Castro, que está increíble, ganó en el Festival de Egipto. ¿Cómo construyeron su personaje?

-Es su primera peli; ella ahora está estudiando teatro y la verdad que fue hermoso. Lucía tuvo la capacidad de hacer propio el personaje, de ponerle un montón de cuestiones propias. Fue hermoso trabajar con ella y con Ricardo Ryser, que fue el coach de actores, que la ayudó un montón. Se apoyaron mucho todos, entre ellas, entre las pibas. Fue un trabajo súper colectivo y personal también. Un gran aprendizaje para mí también.

- La película tuvo varias distinciones, recibió el premio del público en el Festival de Huelva, genera debate, hace ruido. ¿Qué respuesta  tuviste de la gente, en especial, de las chicas de la edad de Paula y de las mujeres de la edad de la madre de Paula? Belén Pistone compone también un personaje tremendo.

-Es una pregunta reinteresante porque eso fue lo más hermoso que me dio esta película: el feedback con el público, sobre todo, por supuesto, con el público fementino. Tuvimos la oportunidad de recorrer muchísimos países del mundo y en todos lados el feedback fue muy similar. Fue algo hermoso y la vez muy triste, porque te das cuenta de que es un problema que atañe a todo el mundo y de la misma manera. No importa la idiosincrasia, la ideología, la cultura o la religión. Todas las mujeres salían del cine y se acercaban a agradecerme y a contarme vivencias personales. Desde chiquitas de 15 años que venían a contarme, preocupadas, que querían actuar y pensaban que nunca iban a poder hacerlo porque tenían acné, hasta mujeres muy grandes, de 80-90 años, a las que la peli les hizo acordar a su juventud, cuando las querían casar y las ponía a dieta con tostadas negras o les ponían corsé durante meses para afinarles la cintura. Con las repercusiones de la película fue tomar real conciencia de lo grave que es este problema alrededor del mundo: la mercantilización de nuestros cuerpos.

 -¿Cómo estás vos después de “Paula”, adónde te llevó?

-Yo estoy muy feliz, siento que Paula superó mis expectativas, que tiene vida propia, que el equipo fue increíble y no hubiera podido ser lo que fue sin ese equipo. Siento que la peli tiene un camino propio que hace bien, que genera charla, debate, reflexión, y eso para mí es un montón porque creo en el cine como herramienta de reflexión. Sentir que la peli, en alguna forma, en pequeña escala, funcionó como una herramienta de debate político sobre el cuerpo femenino me parece increíble, y también me envalentonó para seguir dirigiendo y poder encontrarme como directora.
 

PARA VER

Paula

En Córdoba. En el Cineclub Municipal Hugo del Carril: Sábado 8/4 a las 23. Domingo 9 a las 18. Lunes 10 a las 15.30. Martes 11, a las 20.30, estreno especial.

En Buenos Aires. Programada en el festival de La Mujer y el Cine, del 10 al 14 de mayo.

Dirige Florencia Wehbe. Con Lucía Castro, Lara Griboff, Julieta Montes, Tiziana Faleschini, Liz Correa, Belén Pistone y Beto Bernuez. Coach de actores, Ricardo Ryser. Duración, 93 minutos. Producida por Bombilla Cine, con apoyo de la Agencia Córdoba Cultura, a través del Polo Audiovisual.

Paula.