Ana Carina Rodríguez es técnica en comunicación social y se ha formado en control y gestión de políticas públicas y estrategias de gobierno electrónico. En marzo de este año fue designada Subsecretaría de Servicios y País Digital, dependiente de la Jefatura de Gabinete de la Nación.
Entre sus responsabilidades está el sostenimiento y el impulso a la Plataforma de Aprendizaje Virtual (PAV), un espacio de capacitación gratuito y a distancia que se diseñó para enriquecer la experiencia de Punto Digital y que, una vez desatada la pandemia, renovó y amplió sus objetivos y tareas. Hoy, la plataforma ya ha brindado más de 100 cursos libres y gratuitos a más de 420 mil cursantes entre 2020 y 2022.
En esta entrevista, Rodríguez detalla el funcionamiento de la plataforma, las demandas de estudio que reciben y las perspectivas a futuro. “El Programa Punto Digital brinda espacios de conectividad, con computadoras, consolas de videojuegos de última generación y salas de videoconferencias. Eso por sí sólo es un gran avance en materia de achicamiento de la brecha digital, principalmente en localidades alejadas de los grandes centros urbanos, pero sí o sí es una política que requiere ser complementada en términos cualitativos, y ahí es donde entra la PAV con una oferta de cursos para que los PD se apropien y aprovechen”, afirma.
-¿Qué diagnóstico motivó la creación y puesta en marcha de la PAV? ¿Qué demandas busca responder?
-La Plataforma de Aprendizaje Virtual (PAV) se lanzó originalmente para dar respuesta a la demanda de un espacio de capacitación a distancia para los Puntos Digitales. Con la llegada de la pandemia la oferta de la PAV se resignificó, al tiempo en que se fueron extendiendo los límites de su alcance. Hoy, la PAV no sólo es la Plataforma de los Puntos Digitales, sino que trabaja con públicos de todo el país ávidos de contenidos a distancia, disponibles desde la comodidad de su hogar. Cuando comenzamos a expandir el alcance de la PAV también nos fuimos enlazando con organismos de la administración pública como el Ministerio de las Mujeres, o el Ministerio de Desarrollo Social, para ofrecerles aulas a demanda. Era un momento para adaptarse y reconvertirse, y lo pudimos hacer. Hoy esa posibilidad está abierta a todos los organismos que quieran sumar contenidos y a las provincias y municipios que quieran utilizarla. Nuestra idea es federalizar la plataforma cada vez más.
-¿Cómo se diseñó la PAV y cómo es el equipo que lo sostiene?
-Como todo servicio digital, la PAV está en un proceso de diseño y rediseño constante. La versión actual es producto de muchísimas modificaciones que se realizaron a lo largo de los últimos meses sobre la base de la opinión de los propios usuarios. Este es un punto muy importante para nosotros: escuchar lo que nos dicen las personas que participan en los cursos, y modificar lo que podamos en consecuencia. Para registrar este ida y vuelta, y administrar la rica oferta de contenidos tenemos un equipo de Plataformas dedicado a dar soporte a las aulas, contestar los mails de consulta y mantener el vínculo con los organismos que nos solicitan espacios en la PAV, como el Ministerio de Mujeres con quienes venimos trabajando desde 2020 para disponibilizar en nuestro campus la única versión oficial para toda la administración pública del curso de la Ley Micaela. Además tenemos un equipo de Contenidos Pedagógicos con experiencia en docencia virtual y presencial. Son ellas y ellos quienes generan la mayoría de los cursos que tenemos en la PAV, y quienes terminan curando contenidos de otros organismos antes de ser disponibilizados.
-¿Qué rol se pretende que cumpla la plataforma en la formación de las personas? ¿Cómo se relaciona con los aprendizajes en instituciones académicas o tradicionales?
-La misión de la PAV es acompañar las políticas de la Secretaría de Innovación Pública tendientes a disminuir la brecha digital. Dicho así parece un fin complejo, pero cada devolución de cada curso que subimos nos deja claro que estamos cumpliendo con nuestros objetivos de manera concreta, llevando gratis contenidos de calidad a todo el país. Somos una plataforma de cursos no formales, pero intentamos tender un puente para una población que puede no tener acceso cercano a una casa de altos estudios, o que quizás no tiene los ingresos para, por ejemplo, pagar por un curso de marketing digital.
-¿Qué mirada tienen sobre las múltiples y diversas ofertas de aprendizaje virtual que ofrece la red hoy?
-Si bien no es competencia nuestra valorar las ofertas de aprendizaje, sí observamos que cada vez es mayor, incluso de aulas virtuales de universidades que permiten el acceso a muchas personas que de otra manera, tal vez por cuestiones de distancia y/o logística, de otra manera no hubieran podido capacitarse.
-¿Qué objetivos se plantea esta política a futuro, pasado ya lo más álgido de la pandemia?
-Creemos que ya nos hemos posicionado como una alternativa cercana para quienes decidan seguir formándose en temas relacionados con las tecnologías, o para quienes necesiten herramientas puntuales para insertarse en el mercado laboral actual. Por eso estamos encarando un proceso de mejora cualitativa de nuestros contenidos a gran escala. Lo virtual, las tecnologías, hacen imposible detenerse, dormirse en los laureles. Creemos que una condición sine qua non para mantener una plataforma de aprendizaje virtual como la nuestra es mejorar regularmente nuestra oferta, y en eso estamos hoy, curando y actualizando todos los cursos. Nuestro otro gran foco para el mediano plazo es seguir ampliando el alcance de nuestros públicos, y por eso recientemente lanzamos nuestras redes sociales en Instagram, Facebook y YouTube. Nos encuentran en todos lados como Plataforma de Aprendizaje Virtual para quienes quieran seguirnos.
-¿Cuáles son las temáticas más requeridas y en qué otros campos del saber buscan ampliar la oferta de cursos?
-La curiosidad y predisposición de la gente cada vez que subimos un curso de robótica o programación habla por sí sola. Existe un gran interés en conocer estos “nuevos” temas y también detectamos esta atención para las capacitaciones que están vinculadas con alguna herramienta útil para el mercado laboral. En algún punto estas dos ramas se terminan tocando y por eso tienen mucho éxito cursos como los que ya hemos lanzado de Introducción al Diseño Gráfico o Estrategias de Marketing Digital. En cuanto a nuevos contenidos tenemos en agenda cursos próximos a salir como el de Introducción a Scribus, Introducción a Open Shot y Administración de Aulas en Moodle. Son todos cursos que si los buscás en cualquier otro lado cotizan a precios difíciles de costear para el común de la gente y por eso nos genera mucho interés disponibilizarlos para toda la ciudadanía de manera libre y gratuita.
-¿Cómo es el abordaje que desde la PAV hacen de las TICs? ¿Qué tipo de herramienta son para la sociedad civil?
-Queremos que quienes utilizan nuestra Plataforma de Aprendizaje Virtual puedan apropiarse de las tecnologías de la información. Por eso apuntamos tanto a este concepto de usos y apropiaciones, y lo entendemos no sólo desde el acceso a dispositivos, sino desde el conocimiento. Esta es una línea que establecemos desde la Secretaría de Innovación Pública, empoderar a la gente con herramientas concretas.
-¿En qué marco se desarrolla la PAV? ¿Con qué otras políticas busca complementarse?
-Como decía al principio la PAV se vincula con las políticas de la Secretaría de Innovación Pública, principalmente con el Programa Punto Digital. Ahí tenés dos políticas hermanas. La PAV nació para brindar contenidos de calidad en materia educativa a los más de 620 Puntos Digitales de todo el país. Hoy la PAV abrió las alas y llega a públicos mucho más diversos, pero ese vínculo sigue siendo uno de los más importantes. El Programa Punto Digital brinda espacios de conectividad, con computadoras, consolas de videojuegos de última generación y salas de videoconferencias. Eso por sí sólo es un gran avance en materia de achicamiento de la brecha digital, principalmente en localidades alejadas de los grandes centros urbanos, pero sí o sí es una política que requiere ser complementada en términos cualitativos, y ahí es donde entra la PAV con una oferta de cursos para que los PD se apropien y aprovechen. También existe una complementariedad con las actividades que lleva adelante el Centro de Géneros en Tecnologías, donde se generan capacitaciones para promover el rol de las mujeres y las diversidades en el sector TIC.