La crisis sanitaria y la pandemia aceleraron los tiempos en las relaciones laborales y llevaron a que miles de familias trasladaran al ámbito doméstico las tareas remuneradas que hacían fuera del hogar. Llevar la oficina a casa no fue tarea sencilla e implicó una serie de desafíos, con costos y beneficios.
“De pronto el trabajo estaba en casa, y la casa estaba dentro del trabajo”, resume la licenciada Gloria Genesio, acerca de los desafíos que implicó para los vínculos familiares y laborales la puesta en marcha del teletrabajo en los hogares. Al problema de los espacios, se agregó también la escolaridad virtual de los niños, además de la tecnología y los recursos materiales que requirió su implementación. “Fue un desafío muy grande adaptar el trabajo y conciliarlo con la vida familiar”, describe.
De acuerdo a estudios, el modelo híbrido será la opción más requerida durante el 2022 por las empresas, que esperan que el 40% de sus empleados continúen trabajando en modalidad remota. Aprovechar los beneficios del Teletrabajo requiere de políticas públicas para maximizar las ventajas de esta nueva modalidad que llegó para quedarse.