“Al evaluar la calidad de atención, el 12,7 por ciento de la población califica como regular o mala su última consulta médica recibida. Sin embargo, este número se reduce en la población de nivel socioeconómico medio alto al 5,9 por ciento, mientras que aumenta al 20,1 por ciento en el nivel muy bajo”, sentencia el estudio sobre “Estado de Salud y Acceso a la Atención Médica en la Argentina Urbana” del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA).
En el desglose entre el sistema público y privado, la brecha se amplía: mientras que el 10 por ciento de las personas que se atendieron con un efector de salud privado en su última consulta calificó la misma como regular o mala, en el sistema público el valor asciende a 18,4, casi el doble.
“Se observan diferencias en la calidad de atención en la consulta médica recibida según la cobertura en salud. Los beneficiarios del PAMI y quienes cuentan exclusivamente con una cobertura pública en salud, son quienes dicen tener mala calidad de atención y de espera de dos meses o más para la atención en salud”, resalta el informe de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Para la investigadora Solange Rodríguez Espíndola hay una gran brecha entre la importancia que se da a la satisfacción de los pacientes en cada uno de estos sistemas. “Si te atendés en un sistema privado, te llueven las encuestas de satisfacción sobre la atención recibida por diversas vías, porque se considera muy importante este ítem. En cambio, en el sistema público no parece haber tal capacidad de autocrítica, o tal vez prioriza resolver otras cosas y está pasando por alto la satisfacción en función de otras necesidades”, argumentó.
Igualmente, es considerable que en el sistema público la mala calidad es reportada por un 20 por ciento de las personas que recibieron ahí su última atención. “En realidad, hay un 80 por ciento que está diciendo que tuvo una buena calidad de atención, eso no es menor”, destaca la investigadora.
En comparación, el estudio de Fundación COLSECOR indica que cuando consultaron a las personas sobre atención humana y digna, y atención integral, los valores de respuestas estuvieron bastante alineados: el 71 por ciento valoró como muy buena y buena la atención humana y digna en el sistema privado, mientras que en el público lo hizo el 68 por ciento; y la sensación de cobertura integral fue valorada como muy buena y buena por el 55 por ciento en el sistema privado, y por el 49 por ciento en el público.