Misiones fue una de las provincias que primero declaró la emergencia sanitaria, por lo cual,
inmediatamente se suspendieron las clases presenciales y durante todo 2020 la educación se
desarrolló de manera virtual, en forma remota, lo que generó no pocos desafíos,
especialmente en los establecimientos rurales.
Mónica Kubin, directora de la Escuela Provincial 222, señaló que, si bien se trabajó con la
mejor intención, el proceso fue difícil porque no todos tuvieron el instrumento tecnológico
adecuado, o a veces tampoco el conocimiento, para poder acceder a la educación virtual. Sin
embargo, docentes y familias se esforzaron para que los niños pudieran internalizar lo mejor
posible los contenidos. “Usamos bastante el WhatsApp”, indicó.
Afortunadamente, con los docentes vacunados y sin relajar las medidas de protección
sanitaria, en 2021 las clases volvieron a la presencialidad. “A los niños les cuesta
acostumbrarse al barbijo, la cárcel de la boca”, graficó la directora, que destacó el rol de
docentes y familias durante la crisis sanitaria.
“En un año atípico, los padres han sido flexibles. Se han adaptado lo mejor posible”, dijo Kubin,
que remarcó que los docentes no pusieron objeciones para vacunarse ni para retornar a la
presencialidad, y para seguir insistiendo en el aula en los cuidados sanitarios mientras idean
nuevas formas pedagógicas para que el conocimiento llegue.