Opinión

“Argentina 1985”: cinco pistas para rebobinar una película que hace historia

Últimos días disponible en cines, el filme de Santiago Mitre retrata con gran pulso la epopeya del Juicio a las Juntas. Y el espectador se queda buceando entre documentos, declaraciones, videos y notas de su propia historia. Por Cris Aizpeolea

argentina1985
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15-10-2022

El final es conocido, el argumento también, lo que sigue no es una crítica cinematográfica, pero igual vale un ALERTA DE SPOILER para quienes todavía no vieron Argentina 1985. Es que el filme de Santiago Mitre sobre el Juicio a las Juntas dura en la pantalla 140 minutos (que se pasan volando) pero después empieza otra película, la que se arma cada espectador con todo lo que lee, mira, busca, recuerda, encuentra y comparte sobre el tema. 

Aún cuando avise que se trata de una ficción, de un recorte, de una mirada del realizador, la leyenda “Basada en hechos reales” siempre invita a contrastar el relato con el suceso. Es casi una obligación salir a bucear en documentos, videos y pruebas de un recuerdo colectivo, y en esa operación Argentina 1985 adquiere nuevas capas de sentido porque se sigue construyendo con el público de todas las edades. 

El filme hace historia al rescatar un capítulo luminoso de la vida institucional, aquel que le puso cuerpo y palabras al horror y le brindó un juicio con todas las garantías a los que no repararon en ningún derecho. En esa intención, decide poner el foco en el rol que asumieron el fiscal federal Julio César Strassera/Ricardo Darín y su ayudante Luis Moreno Ocampo/Peter Lanzani, para reunir en tiempo récord la prueba capaz de incriminar a los responsables del terrorismo de Estado. 

Potente retrato de esa primavera democrática que tenía tanto de fiesta como de riesgo, el pulso narrativo nunca decae en esta historia de hombres ordinarios encarando algo extraordinario. 

Con guión del mismo Mitre y de Mariano Llinás, la película hurga en la memoria y redunda en un drama político que es también un thriller, y tiene momentos de comedia, que descomprimen. No tiene la pretensión de un documental pero es didáctica y fiel al horror y desde allí tensa la cuerda sin concesiones. Espanta, conmueve, despierta aplausos en la sala. Charly García le pone música al inconsciente colectivo. “Mama la libertad, siempre la llevarás dentro del corazón”.

Pasaron 37 años y salimos del cine manoteando el celular para confirmar un nombre, repasar un testimonio, buscar un dato que de pronto se vuelve urgente; tal vez porque es historia pero también es presente, y nos ayuda un poco a explicarnos a nosotros mismos. 

Cinco pistas para seguir

1. Silencio en la sala. En distintas entrevistas, Ricardo Darín contó que grabaron más de 30 veces la escena donde su personaje, Strassera, pide condena para los represores y cierra con el histórico “Nunca más”. En este video de ocho minutos están los pasajes centrales del alegato original. El final estremece por el aplauso cerrado del público, cada vez más estruendoso, aunque el tribunal ordenara a viva voz: “Silencio en la sala”.

2. Confesiones de un fiscal. Dato para la anécdota, cuando Luis Moreno Ocampo afrontó el juicio más importante de la historia argentina -y el primero de su carrera- tenía 32 años, la misma edad de Peter Lanzani. No pudieron encontrarle mejor alter ego a este funcionario de familia militar, para quien el juicio debía convencer al tribunal pero también a la gente que descreía de las atrocidades. En la película, el fiscal pone como ejemplo a su madre, y no fue un mero recurso narrativo. Se lo contó el propio Moreno Ocampo a Andy Kusnetzoff en esta imperdible entrevista: Mi mamá amaba a Videla.

3. Misiones y omisiones. La decisión de contar la historia desde la misión que cumplieron los fiscales despertó críticas por la forma en que fueron retratados otros protagonistas, como la Conadep, los organismos de Derechos Humanos o el entonces presidente Raúl Alfonsín. En torno a este último punto, se desató una discusión en Twitter entre el jurista Roberto Gargarella y el co-guionista Mariano Llinás. Ambos se explayaron en la revista digital Seúl. El contrapunto se puede leer aquí.

4. Documentos del horror. El Diario del Juicio que publicó Perfil en 1985 (para descargar, aquí) fue una fuente fundamental  para construir el guión, al igual que la revisión de más de 700 testimonios. La dramática declaración de Adriana Calvo, precisa en detalles, fue la primera y duró casi dos horas. Fue un punto de inflexión y así lo retrata la película. El recuerdo de sus hijos en esta nota.

5. En el nombre del padre. Julián Strassera, el hijo del fiscal, tiene hoy 51 años, es abogado y el único sobreviviente de su núcleo familiar.  En esta entrevista con La 990 Radio, profundamente conmocionado con la película, vuelve sobre sus recuerdos de aquellos años, la costumbre de las amenazas y el verdadero diálogo que tuvo su padre con Alfonsín. Su alter ego, el joven actor Santiago Armas, es otro punto fuerte del filme.

BONUS TRACK 

Antes de llegar a las salas argentinas ya había recogido premios en el Festival de Venecia y ya se había anotado en la carrera por el Oscar y por los premios Goya, su antesala en el mundo del cine. 

Se estrenó el 29 de septiembre y la vieron más de 600 mil personas en tres semanas,  pese a que las grandes cadenas eligieron no subirla a sus carteleras,  debido a que sólo sería por tres semanas.

A partir del 20 de octubre estará disponible en la plataforma de Amazon. 

  • En la ciudad de Córdoba se proyectará toda la semana en en Cineclub Municipal. AQUI, horarios y precios. 

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Redacción Mayo

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