Muriel Ventura Pontin: una bailarina de Arroyito en Nueva York
Muriel Ventura Pontin tiene 23 años y baila desde los 11, nació en Arroyito, una localidad del departamento de San Justo, en la provincia de Córdoba, pero desde 2022 vive en Búfalo, una ciudad del norte de Nueva York que le abrió las puertas para hacer de la danza su profesión.
Redacción Mayo conversó con Muriel sobre los motivos de su migración del sur al norte de América: Mi mensaje para quienes leerán esta nota es que luchen por sus sueños, nada es fácil, yo no llegué acá porque nací así. Nada es casualidad, no es suerte, es el trabajo que hacemos día a día. Siempre hay que seguir luchando y en algún momento llega.
-¿Qué te llevó a acercarte a la danza?
-Cuando era chica empecé con gimnasia rítmica, que es del rubro, pero siempre fui una persona que hizo todos los deportes, siempre fui muy activa. Me atrajo el tutú y la imagen de fortaleza y de belleza de la bailarina. Dejé gimnasia rítmica a los nueve años y a los once empecé ballet. Empecé en la Academia CEFA (en Arroyito), la directora es Daniela Ciancia, allí dí mis primeros pasos en el ballet, y como empecé medio tarde, todos los años hice dos años en uno. Yo quería terminar todo antes de culminar el secundario. Después de un examen, mi profesora se acercó a mi papá y le dijo que tenían que hacer algo conmigo, que ese no podía ser el límite para mi, que mi lugar era más grande. Ahí fue cuando decidí hacer dos años en uno para poder avanzar más rápido y para poder elegir qué hacer después de terminar.
-¿Vos coincidías con esa visión de tu profesora?
-Yo no me di cuenta hasta que ella lo dijo, antes de que ella lo dijera, yo simplemente iba, tomaba clases y bailaba.
-¿Hace cuánto tiempo estás viviendo en Búfalo?
-Me egresé del secundario en Argentina, y vine acá en 2018, cursé un año más y me egresé del secundario de acá. Volví a Búfalo en 2019 pero con la pandemia fuí a vivir a Argentina por dos años, a principios de 2022 volví a Estados Unidos por algunos proyectos que tenía por cumplir pero sin imaginarme que iba a estar donde estoy hoy. Tengo la suerte de que en este momento estoy viviendo con la familia de mi novio, vivo en la casa de ellos, así que se me hace mucho más fácil porque tener una familia con la cual compartir día a día y que te apoya. También en Búfalo tengo a mi maestro, Sergio Neglia, él es de Argentina y gracias a él llegué a esta ciudad. Sergio todos los años va a Argentina a otorgar becas a estudiantes en distintos lugares, generalmente va a Buenos Aires, Córdoba, Misiones, a La Patagonia. Así llegué. Él y su mujer son los directores de acá, quienes siempre están dispuestos a ayudarme y apoyarme en lo que necesite.
-¿Cómo conociste a Sergio?
-Vi que él iba a Argentina a hacer un intensivo de dos o tres días y a otorgar becas, así que me sumé a sus clases. La primera vez que lo conocí supe que era una persona muy especial. Es imposible explicar quién es él para cada persona porque es increíble. Me acuerdo que salí de la clase y le dije a mi mamá que quería estudiar en su escuela, yo estaba convencida, así que mi mamá me dijo: "andá y hablá con él". Hablé con la directora de mi estudio y también me dijo lo mismo. Sergio súper amable me recibió y me dijo que me esperaba, él tiene su escuela de danza en Búfalo, debido a sus contactos con distintos estudios en Argentina, viaja a dar intensivos en distintos lugares de nuestro país.
-¿En qué consiste la beca?
-La beca es para un intensivo de verano, eso ocurre mucho en Estados Unidos, los bailarines van a cierta compañía o a ciertos estudios de dos a seis semanas y es un intensivo de todos los días, con distintos maestros y trabajando entre cuatro y cinco técnicas diferentes (ballet, contemporáneo, jazz,etc). Se arranca a las nueve de la mañana y termina a las cinco de la tarde, ahí es donde te ven los maestros y pueden ofrecerte cosas para el futuro.
-¿Cómo viviste la adaptación de tu estadía en Estados Unidos?
-No me costó mucho acostumbrarme a sus costumbres, la verdad que acá la gente siempre fue muy cálida, por eso siempre me sentí tan cómoda, por eso siempre decidí volver a Búfalo. Acá tengo un montón de contactos que siempre están ahí para darme una mano. Siempre hay una parte interior mía que está conectada a Argentina. No fue tan impactante el choque cultural. Vuelvo a Argentina cuando se me da la oportunidad, pero siempre mantengo el contacto.
-¿Cuál es tu visión respecto a la comprensión de la danza clásica en Argentina?
-En Argentina hay muchísimo talento que no es reconocido. Lo lindo se ve cuando terminamos una producción y lo presentamos al público, ahí es cuando la gente valora el arte porque lo ve, pero no lo toma como un trabajo. Personalmente cuando me preguntan qué hago en mi vida cotidiana y yo digo que soy bailarina me dicen: "¿bailás? ¿eso hacés? ¿esa es tu carrera?" Y si, esa es mi carrera y es la más difícil que pude haber elegido. Creo que se podría valorar más, debido a todo el esfuerzo y trabajo constante que hacemos día a día. No importa si el gobierno nos ayuda o no, lo vamos a hacer en un lugar público o privado, si falta algo lo conseguimos desde nuestro lugar.
-¿Qué significa una nota para un artista que se dedica a bailar?
-Para un artista es súper importante tener reconocimiento en los medios, porque así es como la gente te conoce y sabe quien sos. El artista siempre fue dejado de lado, nosotros hacemos un montón de trabajo. Solamente nos ven arriba del escenario en una performance increíble y esa es toda la relación entre el público y nosotros. Una nota en los medios de comunicación es súper importante para nuestros currículums, para que nos inviten a bailar, para que directores y maestros escuchen sobre vos y te contacten para trabajar con ellos, eso por un lado. Pero en lo personal, como una persona que esta en proceso de busca de oportunidades en el exterior, para ellos es super importante el reconocimiento personal por parte de los medios de comunicación, para poder así demostrar tus habilidades. En ese sentido, el Municipio de Arroyito me brindado muchísima cuando lo necesite, para poder tener reconocimiento en la localidad.
-¿Cómo es el proceso de obtención de la VISA?
-Es un proceso tedioso y largo, no lo hubiera hecho sin ayuda de mis abogados especializados en migración. Básicamente hay que demostrar que sos un talento extraordinario para su país. Hay que armar un portfolio, yo mandé uno de 400 páginas. El portfolio debe tener todo lo que hiciste en el pasado como artista, desde performances, estudios, especializaciones, competencias, medallas, cartas de recomendación, etc. Armar ese portfolio me llevó tres meses.
-¿En qué competencias participaste?
-He participado en competencias nacionales e internacionales como Gran Centro República, Córdoba Danza, Danza América. Yo no soy una bailarina muy afín a las competencias, pero uno de mis maestros con los que sigo en contacto, Jairo Benítez de Danza Viva Centro de Estudios, nos incentivaba a competir por el hecho de tener escenario. Es muy importante para los artistas tener cancha en el escenario, hacerlo solo o con un cuerpo de baile.
-¿Hay personas que te inspiren?
-Si, por ejemplo, Marianela Nuñez es Argentina y baila en el Royal Ballet, para mi es una inspiración constante, verla bailar me genera un montón de cosas en el cuerpo, en el alma, en el corazón. Es mi principal inspiración, para mi ella se destaca, por más que admire a muchos bailarines, creo que ella tiene algo especial.
-¿Con qué soñás?
-Como artista y bailarina es impredecible lo que va a pasar, nunca me imaginé estar acá y haber vuelto a Búfalo, nunca me imaginé ninguna de estas cosas. Todo surgió de un día para el otro. Trato de convencerme a mí misma de que quiero que la vida me sorprenda con lo que tiene para mí. Pero si tengo que pensar cuál es mi sueño, yo quiero poder bailar y mostrar mi arte donde sea. Ahora no quiero estar en una compañía en particular, me gustaría bailar en distintos lugares para tener experiencias, enriquecerme con distintas coreografías, directores, compañeros. Eso es lo que tengo en mente para el futuro, pero que sea lo que tenga que ser, yo voy a seguir trabajando para llegar.
-¿En algún momento pensaste en dejar?
-Hay momentos que han sido frustrantes como bailarina, como en toda carrera, creo que hay momentos que nos hacen repensar lo que hacemos. Pero la verdad no me arrepiento, y pienso que no podía haber elegido ninguna otra cosa. Siempre me doy cuenta de esto después de alguna performance, cuando vuelvo a mi vestuario pienso que esto es lo que me completa y lo que me hace felíz. Nunca voy a dejar de bailar.